miércoles, 11 de noviembre de 2009

He aquí que tu estás sola.

He aquí que tu estás sola y que yo estoy solo.Haces cosas diariamente y piensasy yo pienso y recuerdo y estoy solo.A la misma hora nos recordamos algoy nos sufrimos. Como una droga mía y tuyasomos, y una locura celular nos recorrey una sangre rebelde y sin cansancio.Se me va a hacer llagas este cuerpo solo,se me caerá la carne trozo a trozo.Esto es lejía y muerte.El corrosivo estar, el malestarmuriendo es nuestra muerte.

Yo no sé dónde estás. Yo ya he olvidadoquién eres, dónde estás, cómo te llamas.Yo soy sólo una parte, sólo un brazo,una mitad apenas, sólo un brazo.Te recuerdo en mi boca y en mis manos.Con mi lengua y mis ojos y mis manoste sé, sabes a amor, a dulce amor, a carne,a siembra, a flor, hueles a amor, y a mí.En mis labios te sé, te reconozco,y giras y eres y miras incansabley toda tu me suenasdentro del corazón como mi sangre.


Jaime Sabines.

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